sábado, 28 de febrero de 2009

MÁQUINAS BIOLÓGICAS

Un escarabajo de flores gigante revolotea, vira hacia arriba y hacia abajo, hacia la izquierda y a la derecha. Pero el insecto no es una plaga, y no está decidiendo su propia trayectoria. Un receptor implantado, un microcontrolador, una microbatería y seis electrodos cuidadosamente conectados (una carga útil más pequeña que una moneda de 10 centavos de dólar (17,9 mm) y con un peso menor al de un chicle), permiten que un ingeniero controle al insecto por medios inalámbricos. Al transmitirle impulsos eléctricos al cerebro y a los músculos de las alas, el ingeniero logra que el escarabajo levante vuelo, vire o se detenga a mitad del trayecto.

Michel Maharbiz, el creador del escarabajo cyborg, espera que un día sus insectos lleven sensores u otros dispositivos a lugares que sean de acceso difícil para humanos o que los trasporten robots terrestres como los que se utilizan en misiones de búsqueda y rescate. Los dispositivos son baratos (cuestan tan sólo 5 dólares) y los componentes electrónicos son fáciles de construir con materiales disponibles en el mercado.

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